viernes, 9 de diciembre de 2011

No le abras la puerta a extraños.

Y es que con el título se dice todo. ¿Cuántas veces hemos dado datos personales en la red sin saber con certeza para que servirían o sus verdaderos fines? O simplemente hemos agregado a personas desconocidas a redes sociales, pudiendo así ellos acceder a nuestra información personal con gran facilidad.
Este es un fallo muy común en esta generación de la informática y las tecnologías. Creemos que estamos protegidos detrás de nuestro ordenador y que así nadie podrá hacernos daño.
Pero todo eso es falso, somos igual de vulnerables y accesibles para el resto del mundo. Por ello os aconsejo a que pongáis un mínimo de barreras, de obstáculos, para que así sea relativamente difícil acceder a vosotros, y no se consiga información confidencial con un solo click. Aunque como ya sabemos, quien quiera acceder a ella, al fin y al cabo, lo podrá conseguir por cualquier medio. Pero ya con estos métodos conseguiremos cerrar puertas y dificultar dicho tipo de acciones.


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